Quizá habréis oído antes la palabra “impétigo”. El impétigo es una infección bacteriana de la piel muy frecuente en los niños en edad escolar.
Los causantes de esta infección son el Stafiloccocus Aureus y el Streptoccocus Pyogenes con más frecuencia, y sí, es altamente contagioso. Se puede contagiar de una persona a otra por contacto o por contaminación a través de objetos. Además, una misma persona puede autoinocularse (autocontagiarse) al tocarse, rascarse, y por tanto, aparecer en otras zonas.
Las zonas donde lo encontramos con más frecuencia es en la nariz, en la zona peribucal y en zona de pliegues.
No siempre se manifiesta de igual manera, existen dos formas de presentación. El impétigo “no apolloso” que es la forma de presentación más frecuente y se trata de unas papulitas rojitas agrupadas o minivesículas superficiales que se rompen y forman una placa costrosa amarillenta (“costra melicérica”). Normalmente el niño tiene buen estado general y no suele dar fiebre. El impétigo “ampolloso” es la otra forma, es más raro y son ampollas más grandes.
¿Y qué podemos hacer? ¿Se trata con algo?
Aunque a veces pueden curarse solas, también sin tratamiento pueden evolucionar a infecciones más profundas, así que normalmente sí las trataremos.
Gracias a la mamá que permitió prestarme la foto de su hijo para poder compartirlo con vosotros.