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Ahora que ha llegado el calor, me he puesto al día en ello para poder contaros lo que hay y lo que realmente tiene evidencia científica, porque NO “todo vale” (OJO! https://www.ocu.org/salud/cuidado-piel/noticias/solares-spf-50 )
El motivo de escribir este post fue por la sorpresa que me llevé al ver quemaduras repetidas en mis queridas sobrinas tras la aplicación de protector solar. Dicho protector especificaba en su bote 100% natural, FPS 50, UVA y UVB y para bebés.
La exposición solar nos proporciona muchos beneficios necesarios para la salud, como la absorción de vitamina D, y bienestar físico y mental entre otras cosas. Pero no olvidemos que será necesaria una protección para evitar los efectos secundarios que podrían derivar de esta exposición (quemaduras, envejecimiento prematuro, cáncer…).
El sol emite diferentes tipos de radiaciones:
¿CUÁL ELEGIR? ¿En qué me tengo que fijar?
--> Primero vamos a ver los tipos de protección que hay:
Según la evidencia científica y último publicado sobre protectores solares (noviembre de 2019) la FDA (U.S Food and Drug Administration) clasifica en tres categorías los filtros solares:
Evidentemente no os tenéis que saber esto, pero si dudáis sobre un producto, que podáis consultar si lo que contiene es fiable o no.
Por tanto… ¿en qué componentes nos tendremos que fijar para fiarnos del producto?
Deberéis mirar siempre la composición del producto. Aquellos que contengan OXIDO DE ZINC O DE TITANIO (demostrado mayor efectividad) serán los elegidos, además, como son filtros físicos, serán ideales para niños por no ser irritantes para la piel. Y si combina distintos tipos de filtros (químicos y biológicos), mucho mejor porque protegerá de diferentes maneras.
--> Deberá indicar en la etiqueta que protege frente UVA y UVB para que protejan frente al cáncer de piel (producido principalmente por los UVB).
--> ¿Y el Factor de protección solar (FPS)?
Este viene indicado con un número. Nos informa sobre la protección frente a UVB. Nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa de la piel frente al enrojecimiento cutáneo previo a la quemadura. Por ejemplo, un FPS de 15, quiere decir que si una persona tarda unos 5 minutos de exposición al sol para que su piel se ponga roja, si se aplica este tendrán que pasar 75 min (5 min. x 15 del FPS) de exposición solar para que se produzca el mismo enrojecimiento.
El sistema COLIPA es el método europeo usado para unificar la medición del FPS y con este sistema, los filtros se clasificarían en:
Os tendréis que fijar si especifica el FPS que tiene y si éste ha sido clasificado con el método COLIPA, que nos dará más garantías.
¿Qué número de FPS elegir?
Bien es cierto que la fotoprotección ideal (FPS) dependerá del tipo del piel y factores ambientales como altitud, contacto con agua y superficies reflectantes del entorno (agua, arena y nieve). Pero, desde luego, que en las primeras exposiciones hasta que la piel se broncee, en niños, recomiendo siempre FPS50, después podrás poner FPS más baja, pero evitar menor de 30. De esta manera nunca te equivocarás.
--> En cuanto a la textura (aceite, gel, emulsión, crema…): a mayor densidad mayor penetración y permanencia por lo que no será necesario repetir aplicaciones tan frecuentes.
¿Water-ressistan y waterproof es lo mismo? No, ambos tienen que ver con el agua, pero se diferencian en el tiempo. El FPS Water-ressistant (“resistente al agua”) actúa manteniendo su efecto después de 40 min. dentro del agua, y Waterproof (“probado en agua”) durante más de 80 min. tras entrar en contacto con el agua. Aún así, es conveniente tras el baño y secarse volver a aplicarse de nuevo el FPS, pues todos pierden eficacia tras un tiempo de baño y/o sudor.
¿Cómo aplicar el protector solar?
ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES:
A modo de interés, os dejo el link del último estudio de la OCU sobre los protectores solares analizados en 2019 (https://www.ocu.org/salud/cuidado-piel/test/cremas-solares/results).
Y ahora, ¡Que disfrutéis de vuestros baños y paseos veraniegos con seguridad y protección!