Después de dos meses de confinamiento, los niños llevan mucho tiempo sentados mañana y tarde con clases, ejercicios o deberes on-line. Algo a lo que no estaban acostumbrados y que puede repercutir en su estado de salud por malas posiciones y hábitos.
Vemos cefaleas, dolor de cuello, molestias en las muñecas y los hombros, incluso insomnio que pueden ser debido a estos malos hábitos posturales, que, por haber llegado esta metodología de pronto y sin ninguna indicación no les hemos preparado para hacerlo de la mejor manera posible.
En este post os daremos algunas pautas y consejitos para crear hábitos saludables, que podáis ponerlos en práctica y minimicemos riesgos.
Pasar mucho tiempo delante del ordenador, videojuegos, TV es perjudicial para la salud. La luz que emiten puede dañar a la vista, pero también al ritmo de descanso por interferir la luz blanca en el ciclo del sueño (ya comentado en el post del día 27 abril 2020). El sedentarismo puede desencadenar sobrepeso y obesidad si no se controla. La mala posición corporal puede llevar a dolores musculares, cefalea, y otras dolencias.
Para evitar todo ello y terminar bien el confinamiento y fin de curso os recomendamos:
La espalda apoyada en el respaldo, bien cerquita de la mesa. La altura del respaldo como mínimo hasta la parte media de la espalda (debajo de las escápulas).
Los codos deben dibujar un ángulo recto. Si el niño no llega porque la mesa es más alta, deberemos elevarle (con elevador, cojín o silla adecuada). Brazos en la mesa o apoyados en el asiento.
Los hombros deben estar relajados, NO elevados ni en tensión.
Las piernas NO cruzadas, ni sobre la silla. Rodillas en ángulo recto, ligeramente más arriba de la pelvis.
Los pies deben tocar el suelo. Si no tocan, habrá que colocarles un escaloncito, reposapiés, banqueta… o bien silla adecuada a su tamaño.
La cabeza bien alineada con la espalda. La mirada en línea horizontal con la cabeza recta. Si mira hacia abajo o hacia arriba para mirar el ordenador adaptaremos la pantalla a la altura de sus ojos con la cabeza recta. Es decir, debe mirar al frente.
Usen o no gafas, una buena opción es que la pantalla cuente con un protector que actúe como una barrera para que el daño en la retina y la degeneración de la misma se vea minimizado, al igual que los efectos negativos de la luz que emiten, algo horrible para tu ciclo de sueño.
Y bien, esperamos que con estos consejitos, minimicemos riesgos y podamos llevar esos trabajos y deberes en casa con seguridad.
Y recordad, lo que les enseñemos ahora y cojan hábito desde ya, les ayudará en su futuro a hacerlo siempre bien sin que estén los papis encima.